Un
sacerdote entró en una barbería de la ciudad a que le hicieran un
corte de cabello. Cuando terminó, le preguntó al barbero cuánto le debía.
-
"No me debe nada, Padre", dijo el barbero.
- "Lo considero un servicio al
Señor"
Al
día siguiente, cuando el barbero llegó a su lugar de trabajo encontró una
docena de folletos con oraciones, junto con una nota de agradecimiento del
sacerdote.Unos días después, entró un policía. Luego que le cortaran el cabello preguntó el policía "cuánto le debo?"
- "Nada, señor policía", respondió el barbero.
- "Lo considero un servicio a mi comunidad".
A la mañana siguiente, el barbero halló una docena de pastelillos, además de una nota de agradecimiento del policía.
Varios días después, entró un político a que le cortaran el cabello. "Cuánto le debo?", preguntó.
- "Nada" - contestó el barbero.
- "Lo considero un servicio a mi país".
Cuando el barbero llegó al día siguiente, encontró que lo estaban esperando una docena de políticos.