perfil de una dama

pintura de W.Whitaker

Es sagitariana, idealista y romántica. Le gusta la aventura y la bienandanza. Son importantes para ella los detalles, la exquisitez y el buen humor como un estado de ánimo permanente. Es exigente consigo misma y espera reciprocidad, cultura y distinción.

No exige certificaciones a nadie, sino la complicidad para compartir la soledad poniendo una dosis de locura inteligente como ingrediente para ser mínimamente feliz e independiente. No quiere más que un compromiso de por vez, de cualquier índole que sea y en lo posible que no importune la solariega paz de su conciencia. Es fiel a sus principios y su estilo peculiar de conjugar la vida es amalgamar la realidad con sus sueños inacabados. 

Cree que todo es fortuito en la vida y nada determinado; la suerte, la voluntad, la decisión y los sentimientos eligen los pocos momentos felices que atesora. Se esmera por tener un equipaje ligero; guarda solo lo necesario, lo importante y lo bello. 

Quiere beber de lo que ignora que es mucho. Ansía desvelar las aristas inverosímiles de los sentidos; se maravilla con los pálpitos que ofrece la vida e intuye con lógica qué artimañas deparan los recovecos del corazón y la razón. 

Expresa palabras sin despegar los labios y disfruta de las horas libres que le regalan los dioses. Le gusta los momentos cálidos y vehementes y siempre se esmera para que nada se desvanezca a la deriva. Busca que la poesía, los ojos y las manos se mezclen con los sentimientos y hagan un lugar de ensueño y de gracia en las tardes de su vida. 

Lo que ofrece es amistad; un intento de complacencia mutua con la calidez de dos corazones que se fían sin reclamarse nada. 

No quiere que le amen sin razones, ni que le den amores en migajas. Sabe amalgamar la ternura y la inocencia con las pasiones bien sentidas. La razón de su edad quizá sea cómplice o quizá entienda poco y con desvelos acierte algo. 

Quiere ser un regalo, una mirada de amor que se concibe con el alma. 

No tiene promesas de la luna para nadie. Le basta un instante para ser feliz: congelar el tiempo en una mirada. Entonces, ya no escribirá versos de amor y de deseos, basta cerrar la página y beber una copa de ilusión, contigo.

 niña y mujer, dos maneras de ser en tu amor, miel y café...

niña y mujer inocencia y poder en tus ojos, la luna y el sol puedo ver...

niña y mujer inocencia y poder en tu vientre, vida o placer puede haber...

(Alexander Acha)