Cuando
llueve no me gusta salir de casa por el incomprensible temor de ver a tanta
gente con paraguas. Es casi una pesadilla cuando se dibuja en mi memoria
aquella vaga pero horrorosa imagen de un hombre asesino que recorría las
calles céntricas de Londres inyectando veneno con la punta de su paraguas a
cuanto se cruzara en su camino. Ese recuerdo me deja exánime cuando debo
cruzarme con un hombre con capote largo, lentes oscuros y paraguas en mano. Tal
era el retrato del caso.
En
aquel entonces, mi mente de niña no pudo captar bien si el relato de mi padre
era un cuento o un hecho de la vida real sacado de la revista Selecciones.
La niñez es una etapa de extremos: desde la bendita inconsciencia que permite el irrepetible disfrute del aquí y ahora, hasta los miedos más terribles e inmovilizantes.
ResponderEliminarMe encantó tu relato. Un beso grande, querida Genessis
Esa bendita inconsciencia a veces se prolonga...no es solo de la etapa de la niñez. Menos mal hay más recuerdos que miedos guardados.
EliminarOtro beso grande para ti querido James.
Genessis:
ResponderEliminar¡Sí!, me trajiste a la memoria la serie de TV de Narciso Ibáñez Menta (el padre de Chicho Serrador, muy famoso también),que se llamaba "¿Es usted el asesino?, la daba Canal 9 a la noche y los chicos teníamos terror de verla, en igual medida que la curiosidad por su desarrollo (mirábamos la pantalla entre los dedos que cubrían nuestros ojos).
Gracias por tan lindos recuerdos de mi niñez, pues después jugábamos a imitar al actor.
En el caso de Ibáñez Menta, el paraguas asesino llevaba un puñal en su extremo.
Por mi talla y debido a la torpeza de los imbéciles que llevan paraguas de un modo a su imagen y semejanza, mi temor siempre fue la herida ocular...
Besos.
De qué año me hablas? no recuerdo haber visto...
EliminarYa de chicos tenemos ese instinto de andar detrás de lo que queremos mirar a medias, la curiosidad nos lleva a actuar de esa manera y no siempre somos consecuentes cuando logramos algo que perseguimos ver o atrapar.
El temor de recibir una herida ocular me hizo reir, qué imaginación!
Un beso Arturo.
Las cosas que suceden en la niñez, la mayoría de las veces las traemos arrastrando, esos detalles que nos vuelven un sobresalto con algún destello.
ResponderEliminarCuídate mucho mi niña, besos
Sí, pero cuanto más se van alejando en tiempo, se van borrando, algunas cosas para bien.
Eliminargracias Ame, tú también cuidate bien,
un beso.
Hola Genessis!!!!
ResponderEliminarSiendo niños nos asaltaban muchos temores, ahora recuerdo por ejemplo, que cuando salían mis padres, quedándome sola y tardaban en volver, me asaltaba la idea de qué me pasaría si mis padres no volvían, si sufrían algún accidente qué sería de mi??
Después cuando llegaban me ponía muy contenta, pero nunca les dije nada.
No sé si tu relato es real o no, pero la imagen de alguien que con su paragüas pudiera envenenar a todo aquél que pasara por su lado, es escalofriante.
Muy contado por cierto!!
Que tengas un buen día cariño!!
Un besito guapa!!
Cara Estrella,
Eliminartodos tenemos algunos episodios más o menos ilustrados, más o menos miedosos o bellos que quizás lo hemos sufrido a solas/os. El cuento de mi padre es real, y como él leía mucho la pequeña revista Selecciones, supongo que lo habrá encontrado ahí, no lo sé. Si es un artículo de esta revista algún día daré con el, quizás en la sección "Dramas de la vida real", aunque me temo que pueda encontrar ejemplares de hace tanto tiempo.
Va un abrazo fuerte para ti.
Hola guapa, que tal andas?
ResponderEliminarBueno en la niñez yo creo que se generan todo tipo de miedos bien influidos por lo que cuantan los mayores bien por el hecho de ser menor y temer a lo desconocido.
Me encantan los dias de lluvia, de hecho soy piscis, jejeje y no me molesta la gente con paraguas, eso si a partir de hoy vigilaré la punta de los susodichos, jajajaja
un besote castizo de madrid
Hola guapo,
Eliminarando bien, gracias!
jajja está muy bien prevenir por si surjan de nuevo esos asesinos cittadinos.
me gustó el beso castizo de madrid,
pues te mando otro castizo dulzón de Roma.
Hola Genessis :)
ResponderEliminarComo amante de las historias misteriosas, policiales, espionaje, conspiraciones.... si recuerdo una historia real de un asesinato inyectando veneno con un paraguas en el metro de Londres o eso creo, se le llamó "El asesinato del paraguas". Es una de las historias curiosas que no se olvidan. Quizá está basado en ese caso.
Buscando algo más se trata del asesinato de un disidente Búlgaro de nombre Georgi Makov, escritor..(los escritores en ocasiones cuanto molestan a los enemigos de la libertad) por parte de un agente del KGB usando ese curioso método, lo intentó en otra ocasión sin fortuna por suerte.
Me encanta pasear bajo la lluvia y odio los paraguas!! Estoy siempre a la altura justa para que me saquen un ojo con esas dichosas puntas afiladas. :)
Los relatos, historias de la niñez se quedan grabados, sobretodo los que impactan de alguna manera. Recuerdo los de mi abuelo, aunque eran historias graciosas para un niño pueden ser asustantes cuando no se entienden del todo, y lo bien que se lo pasaba el mirando las caritas de sorpresa o miedo de sus nietos....
Un besazo! :)
Hola querido Oscar,
Eliminarya encontré en ti el aliado que buscaba, alguien que me pueda ilustrar en esto del origen del "paraguas", ya que mi padre ya no está para recurrir a él. Gracias por el aporte.
A mi también me encanta mojarme con la lluvia, es una sensación de placer natural.
Es un gusto leerte, te siento muy cercano a mi corazón.
Un abracito.
Interesante y misteriosa historia , todo un guión para un corto.La lluvia invita a la melancolía , al recogimiento interior.A mí me recuerda a que cuando llovía , la luz eléctrica se entrecortaba.Mi madre hacía migas que tomábamos con arenques.Todo una pléyade de sensaciones , evocaciones se agolpa en mi memoria cuando llueve.Un abrazo.
ResponderEliminarCaro Juan, al leerte se me agolpan más recuerdos, siempre me pregunto, por qué la lluvia nos inundan de evocaciones familiares, de la infancia, y casi todas sensaciones muy bonitas. En mi niñez las lluvias eran todo un festejo por que más que significaban para nosotros un tiempo de encierro, sólo ya de grandes o mayores la lluvia me da esa sensación de melancolía y como tú dices, una invitación al recogimiento interior...
EliminarUn abrazo cálido.
Me ha gustado esa historia de temores de la infancia. Yo una vez tuvo uno, pero dentro de un sueño. Mi padre se quitaba unas gafas de sol, pero tenía otras puestas, y seguía quitándoselas infinitamente. Yo lloraba, pues no lo reconocía con las gafas puestas, aunque sabía que era mi padre. El sólo reía y reía.
ResponderEliminarBesos
Me has contado un micro, Henry, y muy bueno. Hazlo como un post.
EliminarRecuerdo que el episodio del paraguas caló tanto en mi que me dije: nunca iré a esa ciudad. Ahora quisiera deshacerme de aquel juramento e ir a conocer la elegante Londres.
Un abrazo.
Esperemos que haya sido sacada de una revista la historia...
ResponderEliminarY bueno, puedes salir a la calle sin paraguas, ¿no es lindo mojarse bajo la lluvia? A mí me encanta.
Besos
A veces es lindo mojarse bajo la lluvia, pero otras veces es una maldición (a mi me pasa....)
ResponderEliminarUn abrazo Eva.
¿Te refieres a las revistas selecciones reader ridgets?..mas o menos... si son esos libritos de tirada mensual o los leía muy a m,enudo, eran interesantísimos, besotes amiga
ResponderEliminarSí, Marengo a esas selecciones del reader's digest, pero son del siglo pasado.......jajjajaj
EliminarUn besote guapo.
Amiga Génesis, como siento tu fobia a los días de lluvia por ese temor debido a una historia de tu infancia que te marcó de esa manera. Pues una lastima porque los días de lluvia pasear con tu pareja bajo un paraguas mientras las gotas resbalan por el, es de lo más romántico. A mi personalmente me encanta sobre todo al atardecer en el ocaso cuando entre sol y luna besas a tu amor con los labios mojados por la refrescante lluvia. Bueno he querido darle otro toque a los días de lluvia para ver si puedo conseguir que los veas de otra forma diferente a como los imaginas desde niña.
ResponderEliminarUn cariñoso y fuerte abrazo.
Hola Josep,
Eliminarsabes que el temor que había sentido, no es fobia, aquello quedó solo en el recuerdo, ahora ya no me afecta, actualmente disfruto con la lluvia y quiero sentirlo en mi piel, me da una sensación muy buena, muy placentera, muy inocente y muy primitiva.
Gracias por tu gentileza, te comprendí muy bien.
Un abrazo amigo.
Que bueno tu relato, me hizo recordar temores de la ninéz. No sabía lo de el Asesinato del Paraguas" que interesante! Yo odio las sombrillas y paraguas, por que soy muy torpe, al cerrarlas termino mojandome.
ResponderEliminarUn abraXo!
Gracias Marilyn por que siempre regresas.
EliminarUn beso.
Por mi tierra usábamos mucho el paraguas,y ciertamente que en más de una ocasión hicieron mucho daño, osea que aparte de usarlos para resguardarnos de la lluvia, también valían como defensa o ataque.
ResponderEliminarTambién cobijaban besos.
Debías de ser una nena muy impresionable, geminnis.
Un abrazo muy grande.
Cobijaban besos, a ver....no lo recuerdo que lo haya hecho, pero para hacerme de la distraída y dejar pasar a alguien sí.....jajjajaj
EliminarDe chica era muy inocente, o tal vez muy sensible o impresionable, recuerdo muchas cosas tontas que hice...
Un beso de jueves Ohma.
El destino debería reservarte, al menos, que todavía creyeras en los Reyes Magos. Para compensar, digo yo. :-)
ResponderEliminarEsos miedos ya están superados, claro, prima la razón, pero quisiera seguir creyendo en los reyes magos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Esperemos que ese miedo no te impida conocer Londres, si ya no lo hiciste.
ResponderEliminarSolo me falta una buena oportunidad y te recordaré...
EliminarUn abrazo.
Miedos y pensamientos de la niñez que perduran casi por siempre.
ResponderEliminarAdemás un paraguas puede ser un arma de mucho peligro.
Un recuerdo mojado de temor amiga.
Un abrazo..
Mas que el miedo prevalecen en mí los momentos que mi padre nos relataba cosas de lo que él leía.
EliminarVale, un recuerdo mojado con agua limpia y sin resfriados...
Saludos cordiales centinela.
La revista Selecciones, si la habré leído.
ResponderEliminarLa traía mi madre que le gustaba mucho la lectura.
Dan impresión los hombres con paraguas sobre todo por aquellos recuerdos que tenemos de cuando eramos niñas.
Un besito querida amiga.
Sinceramente que este episodio lo tenía olvidado hasta que removiendo los breves escritos rescatados de los vaivenes de mis tantos cambios de casa, y lo saqué a luz tal cual como estaba. Hoy ya no son miedos, me gustaría sí recorrer las calles de Londres.
EliminarUn abrazo Luján.
Los miedos de la niñez son los que te producen ese malestar frente al hombre que usa paraguas y a mí seguro que también me lo produciría. Un abrazo
ResponderEliminarLa niñez es una etapa muy sugestionable, además era mi papá el que lo contaba, creía en él a rajatabla.
EliminarUn abrazo Alma.
Sono paure che restano dentro noi, sono difficili da rimuovere!!
ResponderEliminarfelice fine settimana...ciao
Certo, ma questa paura già è superato, oggi godo della pioggia e dell'ombrello,
Eliminarfelice fine settimana anche per te.
Ciaooo, un bacio.
Y todo resulta asombroso...
ResponderEliminarSaludos cordiales Alejandro.
Algunos miedos infantiles nos persiguen toda la vida.Un beso, amiga
ResponderEliminarSí, pero este está superado, es un breve escrito de antes y lo saqué de las cenizas y los puse tan cual estaba. Hoy me gozo con la lluvia, claro, siempre que no tuviera libros y carpetas en manos.....
EliminarSaludos.