Cada
edad tiene su desarrollo, sus obligaciones, su gracia, sus virtudes, sus defectos, su belleza y su
satisfacción intrínseca, pero sin duda su grado de dificultad.
La
edad entre los 20 y 25 surge con una
personalidad independiente, idealista, capaz de todo, casi descontrolada. Es la
etapa que puede ser extrema; treparse en altos objetivos o ir por la pendiente
baja. Se cree que el mundo está bajo los pies.
Entre
los 25 y 30, es la plenitud. Interesan las personas y la felicidad de uno
mismo. Generalmente se definen las elecciones; profesiones y estilos de vida.
El mundo gira al ritmo de uno.
Entre
los 30 y 40, la clarividencia de la
razón va a la par de la sensatez del corazón, se es más consciente, generoso y
creativo. Es la plenitud gozosa. Se tiene el mundo en las manos.
De
los 40 a los 50, es el tiempo de la afirmación, de cuidar lo que se tiene y de
hacer algunas cosechas. Es el aplomo sereno de la madurez. El mundo camina al
lado de uno.
De
los 50 a los 60, la experiencia es el motor de todo, es la síntesis obligatoria
para avanzar. La vida empieza a sumarse. Hay que saber perder. El mundo
comienza a girar sobre la cabeza.
De
los 60 a los 70, se impone la interiorización de
nuevos roles y la adaptación a nuevas formas de comportamiento. Comienza la delimitación del ámbito aunque las posibilidades siguen
abiertas, especialmente, en el quehacer intelectual-creativo. El mundo comienza a correr y
gira muy a destiempo….
De
los 70 a los 80..., comienza la declinación patente en el ámbito biológico; algunos ajustes son
obligatorios. Es una etapa en la que se da un claro cambio en las facultades
generales. Las intervenciones y las
elecciones ya van siendo restringidas.
El mundo es mucho más exigente, casi incomprensible, no se detiene, mientras
uno va quedando atrás….
Todos
tenemos una base común que nos mueve pero las experiencias nos hacen diferentes. Depende de cómo conjugamos y
equilibramos la inteligencia, la voluntad, la sensatez, los talentos, los sentimientos, las
pasiones y las oportunidades.
Muy bien datado las fechas y los años, ejje hay que fastidiarse que verdades más grandes cofieren a cada época de la vida su verdadero status, por decirlo de alguna forma.
ResponderEliminarSi llego a los 80, jajaja espero seguir siendo un heavy redomado, al menos eso no me lo podran quitar, ejejej
un besote y bonito post
NÄKEMIIN
Caro Orthos
EliminarSi llegas a los 80 me imagino serás un heavy re-amoroso y tierno, y nadie podrá quitarte eso.
Claro, la vida no se puede encerrar en diez reglones, la vida hay que vivirla en todas sus dimensiones y eso sólo se encuadra dentro del amor, que es el que realmente vivifica los años.
Un beso y NÄKEMIIN,
arrivederci...
Se tiene el mundo en las manos, creo que realmente nunca lo llegamos a tener linda, solo creamos ilusiones, yo deseo cosechas y tambien seguir sembrando apoyada en la experiencia, y si llego a los ochenta y vuelvo la vista atrás sentirme satisfecha de lo que hice y no de lo que dejé de hacer, no importa si te equivocas, lo importante es que así lo sentiste y decidiste.
ResponderEliminarBesos linda, tu tema es excelente y muy reflexivo.
Tener el mundo en las manos...quizá nunca en plenitud, pero llega un momento, un tiempo en que crees y ves que todo es posible. Ese momento justo uno lo debe tomar con serenidad, humildad y fe, de lo contrario se esfuma más rápido que una pompa de jabón.
EliminarEn cualquier etapa de la vida uno debe sentirse satisfecha, que no significa perfección, sino agotar las posibilidades de bien, de verdad y de amor que uno tiene en las manos. Sólo así, en el ocaso de la vida, estaremos íntegros.
Gracias por tu lectura y tu comentario, querida Ameny.
Un abrazo de lunes
Genessis:
ResponderEliminarLa vida toda es un aprendizaje. En esa carrera, algunos aprenden más y otros menos, algunos recorren más y otros -por desgracia- no tanto. Eso lleva a que cada caso sea una experiencia personal y única.
Se podría generalizar que una gran parte de la gente se incluye en la secuencia que nos has dado; lo que no es óbice para que haya otras tantas que se atrasen o adelanten a tales estados; todo ello en función a sus propias cualidades intrínsecas.
He visto jóvenes de gran madurez y también gente mayor que se comporta como un adolescente...
En mi caso particular no aplica: a los veinte años, decidí ser ingeniero; a los veintisiete decidí formar familia; a los cuarenta, fui padre por decisión; a los cincuenta y nueve, ya me quiero retirar. Llegar a ser anciano es un sueño...
Besos.
Es bien cierto, la vida es un aprendizaje, es don y tarea. Cada uno lo lleva según las posibilidades de familia, de circunstancias, de historia socio-económica, etc..
EliminarLa secuencia de características que he señalado es una optica, apenas un esbozo, hay miles, por que cada vida, cada etapa es muy personal y única.
Gracias Arturo por tu constante visita, gentileza que se agradece.
Un beso de martes.
Cualquier edad es buena para ver cumplir los sueños, si uno es capaz de gobernar su propio cuerpo. Veo las etapas de la vida como un código de circulación, donde hay que saber seguir las señales para llegar a buen destino.
ResponderEliminarUn abrazo amiga.
Cada etapa conlleva un fardo de sueños, lo importante es no
Eliminarinclinar la balanza hacia las frustraciones. La perfección nadie lo ha alcanzado, y lo importante es amar y estar en paz con uno mismo. Cuando no tienes nada que reprocharte, entonces puedes tener momentos felices.
Los códigos son importantes en la vida..."el sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado..."
Que tengas un bonito día
Un beso
Niegome aceptar Pulpo como animal de compañía.
ResponderEliminarPo yo ya no sé contar los años porque mi memoria no me los dice,pero creo que tengo más que un Matusalen discotequero y marchoso, un corredor hacia no se donde y entonces no llego a encontra la meta,sientome jovencisimo que hasta con los niños en la playa me peleo.
Saludos
Un Matusalen discotequero, marchoso, corredor, jovencísimo y peleador....pues ya me gustó ese personaje extrabíblico. Si tengo que elegir me quedo con ese tesoro...
EliminarJosé, gracias por tu visita y tu comentario, siempre es un placer recibirte.
Va un beso para ti cruzando el charco,
Muchas gracias, genessis, por trazar la senda de la vida. Yo aún no he llegado a tener el mundo en mis manos,por lo tanto soy muy joven y me quedan muchas etapas por delante.Sin embargo admito que el mundo gira sin control, algo no cuadra. Voy a revisarlo todo. Un beso
ResponderEliminarCaríssimo Juancito
EliminarA veces esos desfasajes se dan en nuestras vidas...
la edad que corre por dentro es diversa, las ilusiones y las ganas de hacer cosas a veces nos hacen ver que ya estamos en otra etapa...pero nunca es tarde cuando la dicha es buena...
Esa secuencia de características que he señalado, claro que no es tan así, yo empecé a vivir a los 17 años, pero cuatro décadas atrás el mundo giraba un poco diverso...
Un abrazo fuerte mi fiel lector
que tengas un bonito día