Genessis comparte con los que generosamente se asoman a este sencillo portal los momentos de ocio que la vida le regala. Es una miscelánea de cosas simples; pensamientos y poemas, fantasías y pasiones, recuerdos y plegarias, vivencias e impresiones, que se plasma en el reverso de una página compartida con los lectores.
Genessis y sus avatares semejan escenarios de un alegórico estreno de un destino que va usurpando la vida en un tiempo prestado.


jueves, 22 de marzo de 2012

el cinturón de seguridad

La primera vez que regresé a mi casa paterna después de haber estado cuatro años, cuatro meses  y 27 días en el extranjero viajé con una avioneta Cessna 150, monomotor, de seis personas.

Arriba encerrada en esa caja de aluminio sentía el bamboleo del viento que jugaba con las largas alas planas, pero ese miedo del balanceo era atenuado por el dulce placer del regreso a casa.

Cuando aterrizamos en el pequeño aeropuerto de mi ciudad, por la alegría que me embargaba, olvidé desabrochar el cinturón de seguridad y al querer pisar tierra, quedé colgada de la cintura.

No podía subir ni bajar.

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