Las palabras huecas las olvidamos fácilmente, así como
los sentimientos sin expresiones de humedad y de ternura los olvidamos
pronto,
pero,
los que cuajan en el corazón y la emoción
son como gotas de rocío que reverdecen en algún lugar de la geografía de nuestra alma y allí crece,
crece lentamente, sin que nadie se dé cuenta,
hasta que un día nos encontramos cobijándonos
bajo su sombra
o trepándonos en sus ramas.
pero,
los que cuajan en el corazón y la emoción
son como gotas de rocío que reverdecen en algún lugar de la geografía de nuestra alma y allí crece,
crece lentamente, sin que nadie se dé cuenta,
hasta que un día nos encontramos cobijándonos
bajo su sombra
o trepándonos en sus ramas.
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